Otro de los síntomas de la adicción al smartphone. Tratarlo como si fuera una mascota de carne y hueso. No desprenderse de él, ni siquiera para ir al baño y si en algún momento, por un descuido, se pierde de vista, la angustia se apodera de nosotros y se revuelve toda la casa, la oficina o la cafetería hasta dar con él.