Una de las señales que muestran una dependencia al smartphone es cuando las tareas importantes se aplazan para después. La compra en el supermercado, la cita con el médico, una entrevista de trabajo, etc. No ocupan un lugar importante mientras no se responde a los mensajes o al correo electrónico. El caso más grave es el de despreciar la vida por una notificación. Conducir y al tiempo responder a los mensajes del WhatsApp es una imprudencia y un riesgo, pero si no somos conscientes de ese peligro, es que la adicción nos supera.