Este pequeño rincón en el golfo de Orosei, caracterizado por su playa de guijarros rosados y blancos y por el mar limpísimo con mil tonalidades de azul y verde, debe su nombre a la leyenda de una "foca ladrona" que se divertía robando el pescado a los pescadores. Aquí encontrarán tranquilidad, paz y podrán admirar la naturaleza más salvaje típica de la isla.