Se dice que Madonna es adicta a una bebida energética que puede combatir el cansancio y el hambre.
Además, para mantener su línea perfecta, pretende encontrar en su mesa platos repletos de semillas de lino, ricos en omega 3 y con propiedades adelgazantes.
No hay que olvidar también su fobia por la seguridad (viaja siempre con al menos treinta guardaespaldas) y por los truenos: de hecho sufre de brontofobia.