La reina quedó tan impresionada con esta obra de arte culinaria que se entusiasmó mucho con ella y la anunció a la clase más rica. De la mala alimentación, la pizza pasó a ser el plato favorito de la nobleza. Esa combinación particular de ingredientes se hizo tan popular que las chicas que trabajaban en la industria alimentaria napolitana recibieron el apodo de "Margherite". Esta pizza se ha exportado a todo el mundo y ahora se ha convertido en un símbolo de la cultura italiana.