En Cataluña existe una de las primeras playas especialmente dedicadas al disfrute de los perros. La playa de La Rubina dispone de algo más de doscientos metros de playa de arena fina y oleaje moderado donde los canes pueden andar sin correa alguna. Esta playa dispone además de servicios como restaurantes donde ofrecen menús exclusivamente caninos. Es una experiencia divertida que de seguro se repetirá verano tras verano.