Esto sucede porque las temperaturas son excepcionales a lo largo de todo el verano y los turistas, junto con los pocos habitantes de la isla, aprovechan al máximo el calor para dorar su piel al sol y refrescarse en unas aguas cristalinas. Así que, si estás pensando en viajar a Menorca para ir a la playa, apúntate estos consejos útiles: madruga para encontrar sitio donde poner la toalla, procura visitar playas con menos fama para sentirte más libre y, sobretodo, no te olvides de la crema de protección solar.