Cuando hay una gran cantidad de azúcar en la sangre el cuerpo necesita deshacerse de ella y una de las formas de hacerlo es por medio de los riñones, estos intentan diluir el azúcar con el agua de los tejidos para luego expulsarla a través de la orina. Entre más concentración de azúcar exista en la sangre, más orina se eliminará. Esto provoca que el cuerpo se deshidrate y sea necesario beber más agua.