Es uno de los anti-gripales más usados en todo el mundo. Para prepararlo será necesario una cucharada repleta de jengibre. Esta se verterá en una taza con agua hirviendo, al tiempo que se le puede agregar algo de miel y limón. Se obtiene una infusión con excelentes propiedades, que fungirá como analgésico y que combatirá perfectamente la afección viral.