Mientras Raoul y Agoney se preparaban intensamente para interpretar Manos Vacías de Miguel Bosé, durante la séptima gala del programa, casi todas las miradas se dirigían a la escena final de la actuación, donde ambos debían besarse, pues el tema original había sido reinventado como una historia de amor homosexual. Esto representó un hito dentro de la historia del concurso.