Realmente el ingenio de la persona que diseñó esta inmejorable taza deja mucho que desear. Se trata de una taza con forma de regadera cuyo cuello no sigue los esquemas normales y desemboca (real) unos centímetros encima de la taza. Es complicado decidir por donde cogerla y por donde beber. De cualquier forma te vas a mojar.