Ser muy tímido, hasta el punto de no salir de casa ni asistir a reuniones sociales, es una actitud que impide que podamos ligar, porque si tenemos una buena caña y no vamos al rio a pescar, de poco nos van a servir nuestros atributos. Resulta absurdo pensar que la seducción y la sociabilidad son asuntos que no tienen nada que ver.