Si el Bugatti Veyron ya pertenecía por derecho propio al selecto grupo de los coches de lujo, esta versión modificada por la compañía Mansory va un paso más allá, ofreciéndonos una exclusiva versión en blanco y negro del modelo original, por el módico precio de 3,4 millones de dólares. Interior de cuero y fibra de carbono, y el frontal completamente remozado hacen de este coche una delicia al alcance de muy pocos bolsillos.